Casa de las Conchas
Esta casa, la Casa de las Conchas, fue levantada por Don Rodrigo Arias Maldonado, señor de Babilafuente. Este personaje de nuestra historia merece unas palabras antes de explicar la maravillosa casa – palacio que nos dejó en la ciudad.
El constructor de la Casa de las Conchas fue Doctor en Leyes, Catedrático de la Universidad, Regidor, Embajador Regio y miembro del Consejo Real. Perteneció a la Orden de Santiago, así como uno de sus cinco hijos llegó a ser Comendador de esta Orden.
Fue un destacado jurista, tuvo que interceder en un conflicto político entre los recién casados Reyes Católicos, aportando sus conocimientos jurídicos. Formó parte de la comisión de expertos que en Salamanca estudió las propuestas de Cristóbal Colón, sacando este una conclusión contraria a las ideas del navegante. También estuvo presente en la firma del tratado de Tordesillas, sellado en Medina del Campo.
Se le adjudican diferentes padres y mujeres, lo que si tengo claro es que él fue el padre de Arias Maldonado quien se casó con Juana Pimentel, sobrina del Conde de Benavente; También tenemos certeza de que en el año 1486 el cabildo salmantino le vendió cuatro pares de casas en la zona de la Puerta del Sol, y él compró, en 1493 otras casas y solares colindantes; es aquí donde ordenó construir un palacio con dos torres, hoy conocido como Casa de las Conchas; en su decoración intervino posteriormente, introduciendo algunos elementos ornamentales su hijo Arias Maldonado.
Del origen de por qué se decoró la fachada de La Casa de las Conchas con las vieiras no se tiene constancia, mi idea personal es la siguiente: – un hijo de Don Rodrigo (fallecido antes que el padre) fue el Comendador de la Orden de Santiago, – Don Rodrigo pertenecía también a esta Orden.
Su nuera, María de Pimentel, casada con el hijo heredero, era sobrina del Conde de Benavente (y en el escudo de esta figuraban las conchas). Si tenemos todas esas conchas en los escudos, es normal, que sea el icono elegido por la familia para decorar la vivienda, pero reitero que es un idea personal.
Dejando la prensa del corazón a un lado, me centro el monumento civil más importante de mi ciudad junto al Palacio de Monterrey, La Casa de las Conchas.
Es una de muchas residencias nobiliarias que existieron en Salamanca desde los albores de la edad moderna a finales del siglo XVI. Eran edificios suntuosos con torres, patios, jardines y huertas, que representaban el poder del linaje al que pertenecían.
La Casa de las Conchas, la empieza a construir hacia el año 1490 y la conclusión de la obra data de 1512. La parte original del palacio es la que cae a la calle Compañía. Tenía previamente dos torreones, pero solo se conserva uno y desmochado. La deficiente cimentación y los pobres materiales empleados, en algunos sectores, hicieron que la casa ofreciera agrietamiento y desplomes en el siglo XVIII.
Para atajar el mal, se recortó un torreón y se demolió prácticamente el otro, calzando las partes del zócalo de la fachada y sustituyendo las últimas hiladas de piedra sobre las que descansa la armadura del tejado. Esto último se percibe claramente por la ausencia de conchas en la zona alta donde se abrieron pequeñas ventanas rectangulares, que ofrecen un diseño absolutamente diferente al de los demás.
A pesar de las alteraciones señaladas, el frontis de la calle Compañía presenta una cierta regularidad en la distribución de los huecos del entreplanta y de los dos pisos de balcones.
Las numerosas conchas (vieiras) a las que debe su nombre, concretamente 373, están colocadas de forma romboidal, decoración conocida como a tres bolillo que viene del mundo musulmán. Muchas otras partes de La Casa de las Conchas, que iremos analizando vienen del estilo traído por los mudéjares.
Si miramos más arriba, en línea con la puerta, veremos en lo alto el blasón de los Reyes Católicos, el cual es protegido por el águila de San Juan. Vemos como sus alas están desplegadas y sus garras sostienen el escudo, debajo el yugo y las flechas, símbolo que incluye la reina en señal de la unión de los reinos. Don Rodrigo pone este escudo en muestra de su lealtad a la corona y porque estos le protegían.
El águila del escudo es el águila de San Juan, escogido por Isabel porque este era uno de los cuatro fundadores de la iglesia (San Juan con el águila, San Marcos con el león, San Mateo representado por un ángel y San Lucas por el toro)
Debajo del escudo nos encontramos con 4 ventanas, que nos ubican donde estaba la planta noble. Tienen una decoración alterna. Dos de ellas, son ventanas geminadas, divididas por un mainel de mármol y capiteles renacentistas. Las otras dos quedan divididas por una cruceta de piedra.
Cada una de ellas está decorada con frisos en la parte inferior, en los que se aprecian los escudos de las familias Maldonado y Pimentel en el interior de dos anillos de compromiso, junto a los amorcillos tenantes. En la parte superior arcos mixtilíneos.
Ahora miremos a la derecha de la fachada. A la altura de la entreplanta, veremos dos ventanas, con rejas de diferentes labores góticas, su forja es de una gran belleza.
Una vez más se repiten las conchas. Un detalle que también llama la atención es ver cómo sus barrotes se van alternando uno liso con otra acordonado. Al margen de la decoración, su labor es la de actuar como celosías en la zona más cercana a la calle. Permitían ver sin ser vistos, salvaguardando la intimidad de la casa. Son muy pocas las ventanas con este tipo de reja que se conservan, y estas son de las más antiguas e importantes de este arte. Una de ellas lleva labrada la salutación del arcángel San Gabriel: Ave, María, gratia plena, Dominus tecum…
La puerta principal del edificio tiene un dintel decorado con los delfines. Durante la época del renacimiento se consideraban el símbolo del amor. Encima del dintel, arcos mixtilíneos cobijan uno de los 156 escudos que tiene la fachada. El blasón está flanqueado por dos leones tenantes (se llaman así cuando están sujetando el blasón) y coronado con un yelmo adornado con lambrequines (Adornos de hojas o cintas). Por encima del yelmo hay un cetro real con un saludo angélico: Ave María en filacterias
He mencionado que hay pocas ventanas al exterior, y que están cubiertas con rejas o vidrieras. También mencioné que la puerta está descentrada, y para poder llegar al interior hay que atravesar un zaguán donde hay otra puerta, esta ya centrada. El patio interior es el que distribuye la luz a las diferentes estancias y en el centro de este patio, se encuentra un pozo a forma de aljibe. La decoración de la fachada tiene una disposición a tres bolillos, que es la forma en la que están colocadas las conchas. Con todas estas aportaciones me permito decir que estamos ante un palacio con muchísimas reminiscencias de los mudéjares llegados desde Al-Andalus.
Si bien esta vivienda es un canto al amor, también a la vanidad, pues se cuentan más de 153 escudos de la familia, en el interior y en el exterior, que don Rodrigo mandó colocar por toda este palacio.
Vayamos a conocer el interior de La Casa de las Conchas
Entramos al zaguán del palacio y claramente verán la escalera descentrada y otra que baja a lo que pudo ser la antigua cantina, fresquera o bodega de la vivienda.
Una vez arriba entramos en el patio del palacio con un pozo ubicado en el centro. En el patio encontramos dos plantas, una de ellas con arcos de cinco centros que serán repetidos en más puntos de la ciudad. Las columnas de la segunda planta son de mármol. Tenemos varios leones con una argolla que sujetan los blasones y si se fijan están todos mirando al mismo punto.
Los antepechos o balaustradas de la segunda planta son todos diferentes, de tracerías góticas. La escalera es de estilo italiano y tiene una techumbre de artesa mudéjar. En la actualidad, la Casa de las Conchas es un edificio público en el que tenemos una amplia biblioteca.
Ahora esta Casa – Palacio es de todos nosotros pero en algún momento, la Casa de las Conchas perteneció a la Junta de Andalucía debido a una deuda contraída por el Conde de Santa Coloma y gracias a una permuta regresó a nosotros.
Libros consultados:
Guía artística de Salamanca de Alfonso Rodríguez G. de Ceballos
Salamanca, biografía de una ciudad de Ulbaldo de Casanova y Todolí
Salamanca Patrimonio de la Humanidad de Teresa González y José Luis de Celis
webgrafía: aytm de Salamanca
Fotografía de: Vicente Sierra Puparelli.
En La Casa de las Conchas se encuentra una de las bibliotecas más bonitas y completas de la ciudad. Si buscas algún libro y no se encuentra en La Casa de las Conchas, ellos te lo compran para después prestártelo. También, durante en los meses de septiembre a mayo, En La Casa de las Conchas, hay aulas de conversación en diferentes idiomas, por las tardes. En estas aulas se escoge un tema y un moderador dirige la clase. La Casa de las Conchas ofrece un amplio programa. Tienes que pagar una cuota inicial muy barata, para hacerte amigo de La Casa de las Conchas y recibirás un correo semanal con toda la programación que ofertan.
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