La construcción del puente Enrique Estevan, se debió a la iniciativa de Valentín Cáceres concejal del Ayuntamiento al proponer el 25 de enero 1890 ensanchar el Puente Romano a base de derribar los petreles y tender unas vigas de hierro que sobresaliesen por ambos lados unos 2 m y que estuviesen rematadas con una barandilla de hierro para uso de peatones. Era necesario el paso del nuevo medio de transporte, el automóvil.

El proyecto, qué redactó el ingeniero de caminos Gumersindo Canals, fue aprobado el 23 de agosto de 1890 por el pleno del Ayuntamiento por unanimidad, aunque sus obras se retrasaron por requerir la financiación del Estado.

Las elecciones que se celebraron al año siguiente hicieron que a dicho concejal le sustituyera Enrique Estevan Santos al que se le ocurrió proceder a la construcción de un nuevo puente, El Puente de Hierro, que lleva su nombre El Puente Enrique Estevan. El puente es obra del ingeniero Saturnino Zufiaurre, iniciándose durante el verano de 1902 y concluyéndose en 1913.

Es de hierro y fundición, piedra, granito, ojos y arcos metálicos muy rebajados en sobre los pilares de piedra y con decoración de fundición. El puente Enrique Estevan cuenta con detalles ornamentales mudéjares situados en los laterales de hierro en los que se aprecian arcos poli lobulados y las estrellas de David en pequeño, como si con el diseño de este quisiera hacer un guiño a las culturas que pasaron por la ciudad). El puente tiene aproximadamente 450 metro de longitud, y en la actualidad comunica la ciudad con la salida hacia Madrid y hacia Cáceres.

Después del puente Enrique Estevan

Salamanca hasta este puente sólo contó con el puente romano construido 1900 años antes. Una vez finalizada la obra del puente Enrique Estevan, Salamanca tuvo que esperar hasta el año 1973 para que llegara a la ciudad un nuevo puente, este se llamó el puente de Sánchez Fabrés. Este puente también conocido como el puente de salas bajas.

El puente de la Universidad, llamado así por su proximidad al Campus Unamuno, vio la luz en el año 1998, al pie de este puente es donde ahora se encuentran ubicados los huertos urbanos que el ayuntamiento ofrece. Este puente ya cuenta con un carril bici que facilita las comunicaciones y actualmente nos lleva directos hacia el hospital nuevo universitario que se acaba de terminar de construir apenas hace unos meses

Al poco tiempo la capital sumó un nuevo puente más, por aquel entonces se llamó puente Príncipe de Asturias y pudimos circular por el en el año 2000. Al pie de este singular puente, se encuentra la fundación Rodríguez Fabrés que lleva el nombre del fundador Vicente Rodríguez Fabrés y en cuyo interior se encuentra la iglesia de La Virgen de la Vega, donde estuvo siempre la figura de nuestra patrona.

En el año 2007, llegará el último puente con el nombre de Juan Carlos I. De esta forma se completaría la necesidad de paso a través de El Tormes de los salmantinos, tan necesitados de ellos y tan agradecidos a que el señor Enrique Estevan Santos, concejal del ayuntamiento de Salamanca, tuviera la astucia de no cometer esa barbaridad de modificar nuestro Puente Romano.

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Libros consultados:

Guía artística de Salamanca de Alfonso Rodríguez G. de Ceballos

Salamanca, biografía de una ciudad de Ulbaldo de Casanova y Todolí

Salamanca Patrimonio de la Humanidad de Teresa González y José Luis de Celis

webgrafía: aytm de Salamanca

Fotografía de: Vicente Sierra Puparelli.